Amor en el Otoño de la Vida

Amor en el Otoño de la Vida

Hoy voy a contaros una historia de amor de la que fui testigo.

Hace años yo trabajaba en una tienda de ropa y por lo tanto conocía a mucha gente. A veces venían algunas personas que te contaban su vida, ya sabéis, con frecuencia son personas que viven solas y no encuentran muchas ocasiones para hablar.

Un día de primavera vino una mujer de aspecto sencillo y de mediana estatura (después me contó que tenía 67 años). Se la veía triste, empezó a contarme que estaba viuda hacía 9 años, tenía 2 hijos mayores que vivían con ella, una chica de 29 años y un chico de 31 años. Ellos tenían su trabajo, sus amigos, en fin, se sentía muy sola con su vida. Me dijo que le gustaría conocer algún hombre para salir de vez en cuando, ir al cine, alguna excursión de esas que vas y vuelves en el día…

No sé si fue casualidad o fue el destino, pero a los pocos días conocí a un hombre amable, alto, apuesto, de 74 años y también viudo. Me dijo que estaba jubilado (evidentemente) y ayudaba en un comedor social, por lo tanto conocía muchas mujeres, pero no encontraba ninguna con la que se animara a entablar amistad y quién sabe si con el tiempo algo más. Así quedo la cosa, pero yo sentí que tenía que conocer a aquella mujer, llamémosle Elena, por lo que un día me lancé y quedé con los dos. Los presenté y con una escusa me marché y losdeje solos.

Durante la semana siguiente me olvidé de ellos, y continué con mi trabajo en la tienda. Un día aparece él, digamos Santiago, traía una sonrisa y me dijo “Muchas gracias, me has presentado a la mujer más guapa y con la sonrisa más bonita. Nos estamos conociendo y estoy muy contento”  “¡Vaya! -le dije- ¡Me alegro mucho!”

No sabía nada de Elena y la llamé. Me dijo “Estoy tan contenta, es un hombre que me gusta mucho, estamos saliendo casi todos los días desde que nos conocimos, ¡Gracias!”. Pasaron tres o cuatro meses y me llamaron los dos para quedar a tomar algo y hablar. Les dije que sí, quedamos y me contaron.

Él tenía un hijo mayor y ya le había dicho que estaba saliendo con Elena. No le gustó y tuvieron unas palabras no amables precisamente. Pero Santiago me dijo “Es mi vida y si Elena quiere, la pasaremos juntos. Trataré de que mi hijo lo comprenda, pero sea lo que sea, yo lo tengo claro”.

Elena lo miraba con carita enamorada y asentía con la cabeza.
“Bueno, ahora cuéntame tú”, le dije.
“Bien, cuando te comenté que me gustaría conocer a un hombre, mi idea era seguir viviendo igual que vivo, es decir en mi casa con mis hijos y si la relación iba bien , cuando ellos se independizaran, irnos a vivir juntos quizás, o no. Ahora mi pensamiento es otro, Santiago quiere que estemos juntos y yo quiero vivir con él. Mira, la vida es una semana y yo estoy a viernes, así que no tengo nada que pensar, que se queden los hijos en casa y yo me voy a vivir con él, incluso estamos pensando en casarnos. Eso lo tengo que pensar bien porque perdería mi paga de viuda, pero lo que no voy a perder es a este hombre que me ha dado y me da la alegría de vivir”

Yo pensé que los dos lo tenían muy claro y sólo había que ver sus caras para saber que habían rejuvenecido y les salía el amor por todos los poros…Tengo que decir que los hijos de Elena tampoco estaban conformes con la relación. Entonces ocurrió algo tan grave que les puso a prueba ... pero esto mejor os lo cuento el próximo día.

Que tengáis un buen día, Mayan.




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